Desde el Renacimiento, la diosa Hera, esposa de Zeus, fue nombrada con su denominación latina, Juno, aunque las leyendas referidas a ella fueran forjadas en el mundo griego. Respecto a la representación artística, encontramos alguna particularidad si la comparamos con las manifestaciones de la Antigüedad. En el arte griego y romano y más concretamente en la cerámica griega, la diosa se mostraba con el cetro en una mano, una corona en la cabeza (que a partir del arte romano se convierte en una diadema) y, en ocasiones, vistiendo un manto o traje regio y a veces velo.