En carta del 8 de marzo de 1884 Nietzsche hace la siguiente confidencia a Franz Overbeck: «es posible que por vez primera me haya venido la idea de que la historia de la humanidad se divide en dos partes. Este Zaratustra no es más que un prólogo, un vestíbulo ?fue preciso que yo me diera ánimo a mí mismo, puesto que de todos los lados sólo me llegaba el desánimo: ¡valor para soportar esta idea! Después me he alejado de poder representarla y enunciarla». Y al comienzo de mayo del mismo año comunica confidencialmente a Malwida von Meysenbug: «y ahora, después de que yo me he construido el vestíbulo de mi filosofía, es necesario que continúe con mi trabajo, y no me cansaré hasta que esté ante mí listo el edificio principal». Es en este momento cuando concibe su libro más controvertido, su Zaratustra, como el libro que debe preparar y preceder a la obra que se propone llevar a cabo.