Un componente ineludible de la ?crítica genealógica? nietzscheana lo constituye la genealogía del lenguaje1. El radical criticismo more nietzscheano pasa necesariamente por el estudio genealógico del lenguaje, en el que se ponen de relieve algunos aspectos que habían sido generalmente olvidados ?o por lo menos relegados? a lo largo de la historia del pensamiento; me refiero de modo muy especial al carácter radicalmente tropológico del lenguaje, sobre todo, el metafórico.