RESUMEN O ESQUEMA DEL ARTíCULO: El Panteón es un edificio excepcional por muchas razones: en él se ensaya por vez primera y con éxito la cúpula como elemento central de un edificio religioso. Esa cúpula formidable encierra en sí, en el misterio de su concepción y de sus soluciones técnicas, una de las más interesantes lecciones de arquitectura que haya dado jamás el hombre. Luego, ese hallazgo se multiplicará hasta la extenuación en cualquier latitud y en cualquier momento desde el Renacimiento. Además, su interior nos es dado contemplarlo hoy día de manera muy similar a como habrán podido hacerlo los romanos del siglo II, pues conserva de manera extraordinaria no sólo sus estructuras arquitectónicas sino también su ornamentación original o, al menos, antigua, desde las puertas de bronce a los mármoles, granitos y pórfidos de suelos, columnas y paramentos. Las modificaciones introducidas en diversos momentos de su historia apenas pueden empañar la grandiosa visión del conjunto. En pocos edificios antiguos se puede sentir, de manera tan acabada, esa misma proximidad con la sensibilidad estética del hombre antiguo.