El estudio de la escultura prehistórica ha quedado tradicionalmente algo relegado en relación con la pintura, en un discreto segundo plano con respecto a ella, dada la espectacularidad de los conjuntos pictóricos conocidos. Sin embargo, los que Leroi Gourhan llamara en su día ?los primeros artistas de Europa? fueron también diestros escultores cuyas obras ponen ante nuestros ojos todo un repertorio de recursos y técnicas con las que el hombre se aventuró a representar, por primera vez, la tridimensionalidad. No podemos olvidar que la concepción pictórica del Paleolítico estaba muy relacionada con el espacio tridimensional que le sirvió de soporte técnico, ya que, como señalábamos en la primera parte de este trabajo, el volumen dado por muchas de las representaciones pictóricas no era algo fingido, sino real, un volumen aprovechado con sutileza de las oquedades y de los salientes de las rocas. El grabado fue, en cambio, expresión técnica de un arte concebido como bidimensional, análogo a las siluetas pintadas, con las que tantas veces compartió espacios.