En torno al año 3000 a. C., surgió en las islas Cícladas una civilización marinera y comercial, gracias a la cual entraron en contacto diferentes pueblos asentados en las riberas del mar Egeo. De la mano de esta civilización afloraba también un arte original, especialmente significativo en el terreno escultórico. Los todavía misteriosos ?ídolos? de mármol de Paros, caracterizados por la esquematización y la más rotunda plasticidad formal, son, sin duda, el emblema más expresivo de dicha civilización, y constituyen el primer capítulo de la plástica europea pregriega. Junto a ellos, otras no menos interesantes piezas artísticas procedentes de los contextos funerarios, resumen el quehacer y los intereses estéticos de estos marinos de la Edad del Bronce.