El lugar de la animalidad en la obra de Nietzsche y, sobre todo en Así habló Zaratustra, es un punto clave para comprender el tránsito hacia la figura del Übermensch. El acercamiento heideggeriano a esta cuestión se encuadra en el marco general de la interpretación del pensador que profundiza el nihilismo y, con el mismo, la metafísica representativa dominadora de la tierra. Este artículo señala algunos de los aspectos problemáticos de dicha interpretación e intenta mostrar la importancia de otro modo de afrontar la cuestión del animal en Nietzsche.