Ante el trato deshumanizante en que las personas son objetos de consumo, y ante seudoespiritualidades de prosperidad y «felicidad», las teologías latinoamericanas constituyen voces proféticas. De modo especial es confrontado el abuso del tiempo de la mujer y su corporeidad. La primera parte examina el paso de mujeres consumidoras a mujeres consumidas y la rentabilidad para el mercado y el patriarcado; la segunda parte revisa la justificación religiosa y la espiritualidad del consumo; y la tercera parte subraya la teología feminista y liberadora en el sentido de que todos y todas disfruten los bienes de la creación.