En este artículo se aborda el predominio y el impacto del Evangelio de la prosperidad en Sudáfrica, sobre todo en la medida en que influye en los altos niveles de corrupción que existen en el país. Comentamos cómo las Iglesias Pentecostales Evangélicas han evolucionado, en gran medida, desde el apoyo a los aspectos de la prosperidad hacia una posición que acentúa la moral, la curación y el desarrollo humano, que se contraponen con la corrupción. Esta está enraizada en las culturas tradicionales del clientelismo y en las actitudes de privilegio político de las nuevas élites, muchas de las cuales están, sin embargo, cercanas a algunas Iglesias Pentecostales, que históricamente han tendido a ser complacientes con los gobernantes de turno.