El artículo presenta tres textos judíos antiguos que surgieron entre el siglo iii a.C. y el siglo i d.C., y que pertenecen a la categoría de la literatura apocalíptica: el «Libro de los Vigilantes», el «Apocalipsis de los animales» y 4 Esdras. La autora muestra que los textos, a pesar de las diferencias, que se deben sobre todo a que cada uno, a su modo, ofrece una interpretación del presente contextualmente marcada, muestran un punto en común que permite conectarlos entre sí. Para ninguno de ellos el presente es lo definitivo. En consecuencia, se impone la pregunta sobre cuál es el orden realmente sólido y la exigencia de comprometerse en su realización aquí y ahora.