Al nacer Rose-Emily, muere su madre; ella crece al lado de su padre, de sus dos hermanas mayores y de la segunda esposa de su padre, con quién no tuvo una relación positiva. La presencia débil del padre, junto con la vergüenza que su madrastra experimentaba ante la presencia de las cicatrices y sus muestras de desagrado hacia las queloides, lograron generar en Rose-Emily una muy baja autoestima y una total desvaloración de sí misma.