En cuanto a Jung, empieza su inmersión en la mitología en 1909, a su regreso de las conferencias Clark y, en 1911, dará a la imprenta la primera parte de su voluminoso Metamorfosis y símbolos de la libido, cuya segunda parte, publicada la año siguiente, le costara la relación con Freud, quien opondrá Tótem y tabú (1913), su propio mito de los orígenes de la sociedad humana a la s tesis de Jung.
Iniciado el siglo XXI, la mitología ocupa un lugar preeminente en las ciencias del espíritu y constituye el núcleo fundamental de la historia de las religiones. Ante la crisis de los fundamentos racionalistas en esta era de incertidumbre y cambio, que sirven de coartada a al tecnociencia reduccionista y mecanicista, la religión manipulada políticamente sin recato, la economía como nueva teología de la crueldad y la política reducida a mera propaganda, el logos , traicionado y cercenado en su médula espiritual, acosado por el nihilismo, busca hoy renovarse en las aguas primigenias del mito y revitalizar así en contacto con el alma su instrumento principal, la imaginación creadora, gracias a la cual se materializa el sentido.
Javier Castillo viaja con soltura por este muy extenso continente, como comprobará el lector, con el objetivo de ampliar y profundizar la psicología analítica en su aplicación práctica, la psicoterapia. Manejando con precisión la noción de arquetipo trae a nuestra mirada sueños, vivencias y conductas para hacer aflorar su sentido, su razón, a través de ese lenguaje del alma que es el mito.
Espero que el lector no sólo paladee las páginas que siguen, sino que sienta también resonar en su alma la verdad del mito, que, en palabras de Eliade, siembre cuenta cómo algo ha venido a la existencia.