Pese a haber quedado inconcluso, El ruedo ibérico fue el proyecto más ambicioso de Valle-Inclán. Se trata de una obra de madurez en la que el autor, plenamente dueño de sus recursos, despliega con asombrosa maestría su arte literario. Valle la concibió como una sola y monumental novela por entregas, en la que, tomando por modelo a Tolstói, pero sin renunciar a la óptica deformante del esperpento, se propuso captar el modo en que la sociedad española, observada en todos sus niveles, vivió los acontecimientos que se sucedieron durante el complejo período de su historia comprendido entre el destronamiento de Isabel II y la muerte de Alfonso XII.
Reseñas:
«Las alucinadas figuras de peleles de los esperpentos pueden leerse como alegorías deformadas de los males de España.»
Pedro Salinas
«El mundo de Valle-Inclán es un universo. De muy pocos escritores se puede decir algo semejante.»
El País