Marcos Abal recoge en el prólogo cuáles son los objetivos de su libro: Este libro es más bien una reconstrucción. Primero, del niño que creció viendo fútbol y siendo del Barça. Y segundo; de esos jugadores, de algunos, que han pasado por el club y se han quedado grabados para siempre en la memoria colectiva de unos aficionados. Una mitología, por lo tanto, creada a partir de una infancia y de unos dioses particulares, aunque conocidos por todos. Una mitología de andar por casa, nada muy serio. Quizá algo así como un recordar lo que ya no sabía que recordaba. Literatura, digamos, y más o menos silvestre, a mi manera, a su manera, la del libro