Pisotones, fotos y portadas que buscan retener en titulares el día fugitivo.... el verdadero protagonista de esta novela es La Crónica del Siglo, un periódico que podría ser casi cualquiera, en el apogeo de su éxito no previsto. Pedro Sorela muestra cómo quienes lo escriben son periodistas más de carne que de hueso.
Sofía, redactora jefa atrapada entre un cuerpo de fábula, su poder y el deseo de ser madre; Picasso, en el origen mismo de la leyenda de La Crónica del Siglo; Paloma, que ya conocimos en Aire de Mar en Gádor, al igual que Dimas, un periodista que intenta aplicar al periodismo secretos del teatro; Daniel, reportero con cara todavía de estudiante, que busca en una vieja moto una noticia cierta en un Madrid disfrazado por el sol y el azul del cielo para disimular la dictadura más severa que existe: la del tiempo.
En una época en que la información deja de ser lo que fue y busca lo que será, El sol como disfraz explica algo del porqué y cuenta el qué y el cómo. El cuándo es el periodismo de nuestro tiempo, uno de los trabajos más atractivos y crueles que existen.