En esta historieta Mana Neyestani cuenta cómo un diseño sencillo para los niños publicados en una revista iraní llevó a la cárcel en 2006.
Dibujó una cucaracha diciendo una palabra azerí (comunidad del norte de Irán) en una de sus viñetas. Un diseño trivial que encendió el país y atrajo la ira de los azeríes sintiéndose humillados por el dibujo. Para calmar los disturbios y encontrar un culpable, el gobierno iraní envíó a Mana Neyestani a la cárcel. Permaneció allí tres meses. Tras su liberación, se decidió a salir del país.