En realidad ese hombre no es un rey, sino más bien un anciano que se siente solo y que busca desesperadamente un modo de luchar contra el aburrimiento y la indiferencia. El único sujeto de su reino es su fiel perro Bao ya que su hija y su yerno no le atienden mucho, y que es totalmente invisible para sus nietos. Pero su reino necesita sus cuidados y piensa tomárselo en serio.
Antoine Ozanam desarrolla la idea de su dibujante Kyung-Eun recurriendo ampliamente a situaciones absurdas y hablar así de la vida de todos, la de cualquiera. Arropándose de un aspecto burlón, la historia de El rey banal nos habla del mundo actual: relaciones familiares, problemas en la pareja, ambición profesional, educación de los niños, posición social de la tercera edad o precariedad. Las temáticas son numerosas pero no hacen más que asomar, lo que otorga gran fuerza al relato y permite que cada lector encuentre similitudes con su propia experiencia. Sin ser una crítica social, la obra abarca y abraza los elementos de la vida de un personaje de ficción particularmente entrañable haciendo etapas esporádicas en lo imaginario, con delicadeza y ligereza.
Un relato que en realidad tiene muy poco de. banal.