Pedro Camillero, antiguo alumno de los jesuitas y exmilitante anarquista, que trabaja como investigador privado, recibe un encargo que nadie ha querido: investigar la muerte de un antiguo compañero de colegio cuyo cadáver ha aparecido, treinta años después de su desaparición, que sucedió en las postrimerías del franquismo, en los terrenos de su antiguo colegio. En un recorrido por Sevilla, Camillero ha de enfrentarse a un muro de silencio, a la influencia de los jesuitas sobre la policía, los jueces y la prensa, y a la prescripción del delito que investiga. Solo su propia tozudez e ingenio y la insistencia de los padres de la víctima le permitirán coronar la investigación.