Entre los herederos más audaces y pacientes de todo lo que inaugura la mirada que Nietzsche dirige a los griegos, entre la filología y la filosofía, debe destacarse sin duda la figura de Giorgio Colli, editor de su Obra Completa junto con M. Montinari, y profesor de Filosofía Antigua en la Universidad de Pisa durante unos treinta años. A menudo se ha hablado de él al respecto como de alguien que corrige la letra sin traicionar el espíritu del trabajo nietzscheano. Y sin embargo, aun sin entrar en el detalle, poniendo en paralelo sus lecturas re pectivas de los filósofos arcaicos y de Platón, es evidente que los parecidos son pocos, y la distancia mucha y problemática. El presente texto propone una vía de accesoa este problema.