Este libro se acerca al fenómeno discursivo desde un ángulo multidisciplinar,
con la idea subyacente de que a pesar de las diferencias existentes entre los
distintos discursos, todos comparten ciertos elementos que los ligan a un
tiempo y a un contexto determinados. Cualquier análisis discursivo termina
antes o después interpretándose desde un punto de vista diacrónico, en
relación con el contexto en el que dicho discurso se ha forjado y ha
evolucionado. El análisis de los discursos literario, musical,
cinematográfico, pictórico o periodístico conlleva el uso de herramientas
afines a sus «culturas», que se han ido conformando a través de siglos
paralelamente al desarrollo de las diversas disciplinas que los estudian. Sin
embargo, a través de los distintos procedimientos de observación utilizados
desde dichas disciplinas ?observación predominantemente cualitativa en esta
obra? el lector llega a la conclusión de que todos los fenómenos discursivos
son parte y a la vez producto de una cultura que los engloba y que va ligada a
un tiempo y a un espacio. Toda evolución discursiva pasa por momentos de
crisis o ruptura debidos a cambios y crisis sociales. Se estudian aquí las
formas en que la ruptura con los esquemas y normas previos se materializa y
origina nuevas vías de expresión, cuando no nuevos géneros o discursos,
necesarios para plasmar las nuevas realidades sociales. Y es sorprendente
constatar cómo los procesos de ruptura y evolución tienen más en común en sus
distintos lenguajes de lo que se podría pensar en un primer momento, llegando
a seguir incluso patrones similares y a utilizar los mismos recursos (siendo
la hibridación uno de los principales). Pretendemos, pues, con esta obra dotar
al lector de una serie de herramientas de interpretación de los nuevos
movimientos que ya comienzan a dibujarse.