La tradición cultural que alimentó a los grandes maestros en las aulas de institutos y universidades españolas se ha ido extinguiendo en los últimos años, como acervo incompatible con una sociedad que niega o, simplemente, ignora la entrega callada y sabia de los viejos profesores. El ruido mediático, la velocidad y vértigo de nuestro tiempo, han arrumbado vidas y trayectorias dedicadas por vocación y pasión al saber y su transmisión, como concepto inseparable del conocimiento, la ética y el civismo. Hay que retroceder a las postrimerías del siglo pasado para encontrar los últimos eslabones sueltos de lo que antaño fue una cadena brillante y sólida de pedagogía humanística y crítica, que unía sabiduría y vida como ejemplo y método de enseñanza. Es el caso de don Santiago de los Mozos, catedrático de las universidades de Granada y Valladolid en la segunda mitad del siglo XX, protagonista de este Retrato de un hombre libre; retrato intelectual, en efecto, de uno de los maestros españoles más desconocidos y, a la vez, más fascinantes del espectro universitario español contemporáneo. Su porte institucionista, aunque nunca pasó por la Institución Libre de Enseñanza, su temple maireniano, su ideario ilustrado que expresaba una inteligencia excepcional y un don de la palabra que le hicieron justamente célebre en su medio, van revelándose en esta obra a través de un agudo diálogo entre el autor y el maestro, hasta conformar un atractivo ensayo, intenso y apasionado, sobre la historia y cultura españolas en sus claves más importantes, y en sus demonios característicos y redivivos. Un retrato espléndido que desprende por doquier la natural grandeza del maestro, cuya lección ilumina con finísima ironía la España democrática que va de la Transición al año 2000.