Como en la primera parte, Antes y Ahora, el autor relata los recuerdos que se originan entre 60 y 70 años atrás, de una sociedad muy diferente a la actual y de unas costumbres y hábitos totalmente distintos. La única intención en los recuerdos y comentarios es exponerlos para el conocimiento de los jóvenes actuales (de la generación de sus nietos) o para el recuerdo de las personas que vivieron aquellos años. Así aparecen personajes, hoy desconocidos, como el colillero, los titiriteros, los ciegos que cantaban en las ferias; pero también se retratan otros momentos de aquellos tiempos, las casas de aldea, las canciones, las ferias y los mercados, la religión, las canciones religiosas y las costumbres en relación a la Semana Santa, a la elección del futuro o al destino de la mujer.