Con la llegada del nuevo siglo, se ha observado un aumento considerable de la inmigración en la isla de Fuerteventura. En concreto, los inmigrantes procedentes de Latinoamérica y África han transformado el panorama de la iglesias evangélicas de la isla. Por un lado, algunos han pasado a formar parte de las iglesias ya establecidas por lo que se han vinculado a las redes sociales y de apoyo de estas, viendo facilitada la labor de integración social y laboral. Por otro lado, algunos inmigrantes han pasado a formar parte de nuevas iglesias cuyo origen se encuentra en sus países de procedencia y cuya membresía comparte también la nacionalidad. Ambos procesos han influido en los modelos de organización eclesial y en la visibilización de los cristianos evangélicos de la isla.