Los recursos museográficos han sido utilizados principalmente en los museos con la finalidad de mostrar los objetos pertenecientes a su colección. El desarrollo de un nuevo concepto de exposición comercial genera la necesidad de utilizar estos recursos como medio de reclamo de posibles consumidores. El avance de la tecnología y la evolución de disciplinas como el escaparatismo hacen que estas técnicas expositivas alcancen un auge significativo, puesto que de ellas depende que se logren los objetivos propuestos por el sector comercial. Para el desarrollo de estos conceptos es fundamental partir de la definición de museografía y de los elementos, que de forma general, la constituyen. De esta manera se establece una vinculación directa que permite justificar el nuevo enfoque de percepción museográfica. La influencia de estos efectos es evidente y se produce de forma inconsciente en el público, produciendo, a través de estas nuevas formas de exposición, una atracción casi involuntaria en el acto de consumir.