El contexto socio-sanitario español explica que el principal recurso disponible cuando estamos enfermos sea la ayuda prestada por nuestros propios familiares. Si bien esta fuente de solidaridad consigue mantener o moderar las caídas en la calidad de vida, esto puede suponer costes para las mujeres y los hogares con menos recursos. En esta monografía se exploran la pautas de desigualdad provocadas por un sistema de bienestar que confía en los hogares para prestar la mayor parte de la atención a la salud.