Si analizamos aquellos años podemos comprobar cuántos intereses cercaron a doña Juana. Su marido y su padre fueron sus mayores competidores. Se enfrentaron ellos y sembraron la discordia. El destino desbarató los planes urdidos por ambos y dejó a doña Juana libre, pero no de las insidias.
La novela plantea el camino que recorre doña Juana desde que abandona Castilla para casarse en Flandes, hasta el primer viaje que realiza a Castilla. Luces y sombras de aquellos años nos inducen a sospechar que la locura fue un argumento para desposeer de los derechos dinásticos a doña Juana. La realidad vital de esta excepcional mujer la seguimos paso a paso.
Las leyendas que se desgranan en el relato envuelven y atrapan al lector en un aire de misterio. Al mismo tiempo que asistimos a la maravilla de lo insólito, recuperamos el sentido de la realidad.
Juana, archiduquesa de Flandes transcurre marcada por la tragedia. Asesinatos y muertes condicionan la vida de los personajes y marcan el destino de doña Juana.
Rastrear la historia, volver la mirada hacia doña Juana en busca de la fingida locura es parte de lo que la novela plantea. ¿Qué hubo de cierto? Es lo que ha llenado de contenido las páginas de esta novela.