La tormenta empezaba a disolverse afortunadamente sin consecuencias.
Pero aún se desconocía si se había logrado detener la masacre de las
ranas. A la hora siguiente Amarga de hizo clase.
#Aprovechen esta hora para repasar cada uno en su sitio.
Sonó la campana, empezaron a recoger los morrales. Amarga los despidió
con una mirada sombría. ¿Era tristeza o más bien rencor lo que su
actitud encerraba? ¿Les esperaría aún otra sorpresa?