El abogado José Alberto Benítez tiene de nuevo un caso imposible. Cuando
un viejo colega y amigo de su padre toca a la puerta del despacho y
requiere sus servicios, no imagina que los eventos próximos lo llevarán
una vez más a toparse con el oxidado aparato policial y judicial de la
isla de Margarita y del país. Entre los vaivenes de su matrimonio y un
deseo infiel, su próstata enferma, la práctica renuente de la abogacía,
el abuso del poder, la corrupción, el anacronismo ideológico y el sol
margariteño, Benítez se verá envuelto en una situación que lo desborda.
Francisco Suniaga ha logrado hilvanar otro relato que hipnotiza por su
cercanía, por su contemporaneidad, su humor perspicaz, y por su lúcida
mirada sobre nuestro presente y devenir. Luego de La otra isla, regresa
el abogado Benítez a sufrir la imposibilidad de ver realizada la
justicia cuando la verdad se ha confundido con el poder.