Estas cartas enviadas a sus amigos y familiares desvelan la dimensión más vital del pensamiento de Nietzsche. En ellas se descubre hasta qué punto sus reflexiones filosóficas arrancaban de hondas experiencias y motivaciones personales. Pues esta época contiene también muchas vicisitudes que marcaron su vida, como la situación de soledad e incomprensión, los conflictos familiares y su relación con Lou von Salomé y Paul Rée. Precisamente de la experiencia traumática que supuso la ruptura de esta profunda amistad y de la enorme tarea de «trasformar el fango en oro», nacerá el Zaratustra.