¿Se dio realmente esa completa adhesión, de la que se habla a menudo, de Nietzsche al pensamiento y a la música de Wagner, antes de la ruptura fatal entre ambos, debida al presunto giro wagneriano con el Parsifal, con la contraposición de la luminosidad mediterránea de la Carmen a la décadence y al Romanticismo enfermo de la última obra wagneriana?