Esta vez, con la autora han colaborado 153 «almas» que, cámara en mano, han fotografiado las tumbas más increíbles, los epitafios más excéntricos y los cementerios más insólitos. Todos ellos, fieles seguidores de las historias de muerte que se cuentan en la sección «El Acabose», han contribuido a un trabajo de campo nunca realizado hasta ahora. Los muertos, que siempre tienen la última palabra, se ríen y se duelen en estas páginas de la vida, de sus amigos y familiares, de sus pasiones, y muchos aprovechan la ocasión para dejar las cosas claras. Con el descaro del que sólo puede hacer gala un difunto. al que ya no se le puede llevar la contraria.