Trilogía de novelas de Clan: Tremere Libro dos de tres Un juego mortal de lealtades fluctuantes Antígona Baines, exiliada de la comunión de la Pirámide Tremere, se desprende del hábito de su noviciado como si de una inadecuada segunda piel se tratara. En su lugar viste el Velo de la Viuda: el atuendo de luto formal que simboliza su solitaria vigilia sobre los muertos sin reposo. Deberá resolver ella sola el acertijo del Conventículo, descubrir la identidad del asesino que pretende atentar contra el príncipe y labrarse un nicho propio en la escarpada pared del precipicio que separa el mundo de los vivos del de los muertos. Mientras tanto, en el refugio de la Capilla de los Cinco Distritos, la regente Aisling Sturbridge libra la batalla de su no-vida... una batalla tanto más mortífera cuanto su adversario es el mismo orden que ha jurado defender. Sturbridge, enfrentada a los obstinados Inquisidores de la Casa Madre de Viena, es juzgada por cometer los Pecados del Padre. La fascinante historia que comenzó en El mirador de la viuda abre sus hojas como una flor de fuego y cristal, a cuya letal caricia nadie es inmune, sea cual sea su cargo... como están a punto de descubrir Antígona y Sturbridge.