Muchas veces los cristianos ?y dentro de ellos, los católicos- tenemos la tendencia a evitar meternos dentro o reflexionar respecto de los complejos misterios que nuestra fe nos propone. Mientras estamos cómodamente instalados en la firmeza abrigada del dogma, los fieles corrientes esperamos la gloria venidera que nos da un Dios que es puro Amor y Misericordia, con unos comportamientos pasables continuamente pur