Cuando la vida de Pablo se derrumba como un castillo de naipes debido a su despreciable forma de ser, su amigo Toni es víctima de un ictus y se ve obligado a ayudarle. El tránsito de Toni por el infierno y los esfuerzos que ha de hacer para socorrer a su amigo parecen redimirle, tanto que sufre un profundo cambio personal. Pero un giro del destino le hace descubrir que sus desgracias son fruto de un plan que jamás podría haber imaginado.