«Ser gitano» fuera y dentro de la escuela es una monografía elaborada a partir de la investigación etnográfica que desarrolló la autora sobre el fenómeno educativo en un pequeño grupo de familias gitanas de un barrio obrero situado en la periferia de la ciudad de Valencia. Investigar sobre la experiencia socioeducativa particular de los niños gitanos del barrio, fuera y dentro de la escuela, le exigió conocer cómo se educaba la infancia en el interior de sus familias y de su grupo sociocultural de pertenencia. Atendiendo a esta necesidad, al iniciar la etnografía de la escuela, la investigadora ya llevaba ocho meses viviendo entre las familias gitanas. Durante el año y medio que dedicó al trabajo de campo, su inmersión en la vida cotidiana del grupo minoritario le permitió no sólo aprender sobre su cultura sino también entender la óptica desde la que los niños gitanos y sus familias miraban la institución escolar. Su lectura intersubjetiva de la información que le proporcionó el diálogo con los interlocutores, así como su análisis etnográfico de la interacción social entre las personas implicadas en la educación, intentan demoler los esencialismos estériles que frecuentemente se confunden con la cultura. Los numerosos testimonios que aparecen en este texto sacan a la luz muchos de los prejuicios y estereotipos negativos que se han ido construyendo en la historia de las relaciones interétnicas entre la minoría gitana y la población mayoritaria. Al mismo tiempo, el libro ilustra cómo los efectos nocivos de tales prejuicios y estereotipos recíprocos se manifiestan en diferentes ámbitos de interacción sociocultural, especialmente en las relaciones de la infancia y sus familias con la escuela. Se trata de una contribución a la lucha contra la desigualdad social y cultural, una desigualdad que impide que la población más desfavorecida alcance las metas que orientan al sistema educativo en una sociedad democrática: la integración cultural, sociolaboral y política del conjunto de la ciudadanía.