Les invito a entrar en un mundo de oscuros y pasionales laberintos. No se queden a las puertas. Dejen la cobardía fuera y descubran al animal salvaje que les habita. Olviden la moral y naveguen en una historia de lujuria y anhelos, de amor y trepidante locura. No sean tímidos: acompañen a la protagonista en un viaje de ida y vuelta hacia sí misma. La experimentación y el placer acaban de llegar para quedarse. Pasen, mis fieles y lascivos invitados. ¿Quién dijo que Eva no podría volver al paraíso?