En el acelerado y competitivo mundo de la industria del cine de Hollywood, Max Hudson era el mejor. Siempre trabajando a contrarreloj, jamás dejaba que nadie se interpusiera en su camino cuando se trataba de cumplir plazos de entrega; ni siquiera su fiel asistente, Dana Fallon. Sus tentadoras curvas hacían estragos en la cabeza de Max y en su libido, pero su repentina dimisión estaba a punto de desatar el caos en Hudson Pictures y el dinero no parecía ser suficiente para hacer que cambiara de opinión. Sin embargo, Max contaba con otras formas de persuasión?