Kira iluminó la vida de Trace McKane cuando aceptó casarse con él, pero el vínculo que los unía fue debilitándose a medida que fracasaban sus intentos por ser padres. Trace se marchó a vivir al barracón del rancho. Sin embargo, cuando terminó la espera en la agencia de adopción, regresó para apoyar con firmeza a su valiente esposa. Kira se sintió profundamente emocionada por lo que Trace era capaz de hacer para que sus sueños se hicieran realidad y comprendió que ya tenía toda la familia que necesitaba. Entonces se produjo el milagro de la vida...