De todos los hombres del mundo por los que la directora de televisión Raine Montgomery podría haberse sentido atraída, había tenido que elegir precisamente a Scott Rivers. Además de ser jugador profesional, Raine sospechaba que Scott había apostado a que conseguía acostarse con ella antes de que acabaran de grabar la partida de póquer. Pero nadie, ni siquiera el rico y sexy Scott, conseguiría vencer a Raine, por muy buenas cartas que llevara. Así que Raine decidió crear un nuevo juego y fingir que se había enamorado de Scott; se rendiría al poder de sus besos? Pero el encanto de lo prohibido resultó ser irresistible...