Para vivir la vida de independencia y de estudios que anhelaba, Jane de Weston se vistió de hombre. No podía prever la atracción que después sentiría por su maestro, Duncan, un hombre que despertó en ella sensaciones tan desconocidas como placenteras en su oculto y vulnerable cuerpo de mujer. Duncan descubrió por accidente lo que se escondía bajo sus ropas, y fue consciente de que debía alejarla de allí? pero al final accedió a guardarle el secreto, porque Jane iluminaba los rincones oscuros de su corazón. Y a partir de ese momento, decidió enseñar a aquella alumna aventajada el exquisito placer que podía alcanzar desde su condición de mujer.