Todo comenzó con el pánico. Aunque pocos son los recuerdos de su inicio y menos aún las informaciones sobre su origen el continente africano pudo ser la cuna de este mal. Pese a los intentos de las grandes potencias por controlarlo el desconocimiento y la globalización hicieron el resto, extendiéndolo por el mundo sin barreras que pudiesen detenerlo. Rápidamente, como una mancha de aceite, los seres humanos se vieron inmersos en algo que devoraba