Este cuento está dedicado tanto a los niños como a su familia, especialmente a aquellos más inquietos, desatentos, impulsivos, que tienen más dificultades para controlar sus emociones, a los que les resulta más difícil ponerse en la perspectiva de los demás y que necesitan entrenamiento en habilidades sociales.
Mi mamá es verde, mi vecino naranja enseña a los niños el modo en que deben relacionarse y tratar con las personas en función de la confianza y familiaridad que tienen con ellas.