Despertamos algo nerviosos. Dos jornadas antes, la Voz había anunciado que tendríamos exámenes: se evaluaría meticulosamente cuanto habíamos aprendido en el tercer período de enseñanza técnico-teórica. Las lecciones habían sido duras o, cuando menos, eso pensábamos la mayoría, aunque he de confesar que yo, particularmente, no había tenido problemas para asimilar las materias del último período. V-Tres, V-Tres llamó en voz baja V-Dos desde su litera; estaba cerca de mí. Así comienza la última novela escrita por el maestro Ralph Barby que ofrecemos como primicia en formato electrónico.