Una joven maestra encuentra trabajo como profesora de niños en el retirado y lóbrego orfanato de Loomish Hill. A su llegada descubre con estupor que el director del establecimiento, que la contrató, acaba de fallecer y que el orfanato esta a punto de ser desalojado y en tramites de desahucio. El oficial del juzgado ya se encuentra en la residencia con la orden judicial de embargo. En la capilla del viejo cementerio once niños velan los restos mortales del que fue su director, sus rostros son angelicales pero fríos e inmutables como mascaras. Ellos tienen la seguridad de que todo en el orfanato va a seg