La hipótesis de Gaia ideada en 1967 por el químico James Lovelock postulaba que la biosfera, la atmósfera, los océanos y la tierra conforman un único Ente vivo al que llamó Gaia, capaz de autoregularse y buscar un entorno físico y químico apto para la vida. Algunos años después el mismo Lovelock publicó una variante, Gaia Vengativa, según la cual dicho Ente no tardaría en eliminar a la raza humana, responsable de llevar al planeta hacia el colapso. Isla de Mallorca, tras un vertido de organoclorados en el mar un caluroso mes de agosto las costas aparecen tapizadas por espesos cardúmenes de medusas. La socorrista de la Cruz Roja Odisea Pascual atenderá los primeros casos de picaduras mientras llora la muerte de su padre inmersa en una alocada espiral de autodestrucción. Ella y Pere Rotger, biólogo del Imedea, serán involuntarios testigos de una hecatombe anunciada mientras luchan por conservar sus vidas. A pesar de su crudeza, los hechos y las ideas que aparecen en el relato están impregnados de un mensaje de esperanza con el que se nos invita a proseguir nuestra existencia. El resultado es una novela que es "mucho más que un eco-thriller" (Bellver. Diario de Mallorca), en la que Joan Pont despliega una vez más sus magistrales cualidades narrativas. ?Una novela cuyo recuerdo nos acompañará por mucho tiempo? ABC Cultural ?Sobresaliente? El País