El presente trabajo es el resultado de varios años de investigación no consecutivos desde 1998. Los personajes de numerosos episodios son ficticios. Se ha encontrado un nombre para poner en sus labios cosas que otras personas nos han contado. En el caso de los oficios que se analizan, sus protagonistas son de carne y hueso. Algunos de ellos fallecieron. Los aperos y enseres que aparecen en la obra se explican directamente en unos casos, y en otros se facilita a pie de página su definición. El hilo conductor lo tensa una cigüeña, por nombre Tío Merejo quien controla todo merced a su vuelo planeado. En ocasiones introduce los capítulos o adelanta lo que sucederá en ellos; en otras ocasiones pone punto final a la narración. Las descripciones en indumentaria, arquitectura tradicional, tradiciones, ceremonias, fiestas, y artesanía; y la mayor parte de las actividades del campo descritas son fruto de vivencias personales de la década 1950-1960. Los veintiséis episodios que componen la presente obra quieren ser un homenaje a la generación que precedió al abandono del campo y sus penalidades por la brutal emigración a las ciudades que despobló los pueblos del Nordeste de Segovia y de Castilla. Esa generación, aunque está muy mayor, sigue con nosotros. A algunos, recordarles sus fatigas les produce sudores fríos, aunque lo agradecen. Son las generaciones siguientes y la presente las que están perdiendo su memoria tradicional, algo que los pueblos no deben perder jamás. A ellos también dedicamos este relato. Este trabajo pretende ser eminentemente didáctico y la manera de saldar una deuda que tenía el autor con la tierra que le dio todo.