Abril tiene mucho que ver con la pequeña ciudad en la que nació. Posee un castillo maravilloso en su interior y los retos de una muralla que construyó con la convicción de mantener a los demás afuera sin pararse a pensar que lo único que consiguió fue atraparse a ella misma dentro. Si eres una persona que se engancha fácilmente, quiero ser sincera contigo? ¡Para! Llego a tiempo para decirte que Abril es de esa clase de personas a la que fabricaron con acero inolvidable. De esas a las que, a pesar del tiempo y las historias vividas, de los desengaños y las apasionadas tardes de verano, no se olvidan ni caen rendidas. De esas que si las dañas no encuentran mejor solución que la de mostrarte que, a veces, querer menos es querer mejor.