El autor decidió escribir El Mago presumiendo que su labor encontrará la aprobación tanto del neófito como del adepto, para cuya instrucción se publica ahora.
En la primera parte explicamos lo que es la Magia Natural, y mostramos que mediante la aplicación de los activos a los pasivos se producen efectos maravillosos que son meramente naturales. Hemos puesto todo aquello que es valioso y raro respecto a este tema, junto con una variedad de nuestros propios experimentos.
Tampoco olvidamos dar ilustración clara y racional de la simpatía y antipatía, atracción y repulsión.
Hemos probado cómo se realizan curas por virtud de los poderes simpáticos y medicinas, con anillos, sellos y amuletos, aun a distancias ilimitadas, confirmadas diariamente en la certeza de la creencia.
Proporcionamos métodos usados por los antiguos y un desplegado general de los instrumentos del arte, reunido de las obras de Zoroastro, Hermes, Apolonio, Simón del Templo, Tritemio, Agripa, Dee, Paracelso, Roger Bacon y otros grandes, a lo que hemos añadido nuestras propias notas, tratando de señalar la diferencia de estas artes para liberar el nombre de la magia de imputaciones escandalosas, que originalmente no era sinónimo de maldad sino de ciencia buena de la que el hombre se puede beneficiar y obtener sabiduría y felicidad, y que su práctica está muy lejos de ser ofensiva ya que la magia es sabiduría, y bajo este concepto los sabios fueron llamados magos.
Francis Barret