Pilar Muñoz, La tribuna
Parece un acierto aquello de adaptar al siglo XXI la problemática barroca de las apariencias como forma de vida, más de moda que nunca en esta sociedad de famoseo monetario indiscriminado. [...] La escena se convierte en una trama de falsas apariencias por parte de todos los implicados. Quien más quien menos se arrima a la personalidad del famoso de turno o directamente la suplanta para medrar socialmente.
Jorge Ureña, Lanza