Las categorías de Kant no funcionan en la noche, escribe Yolanda Castaño, exige un lector activo y avezado, dada la multiplicidad de entretejidos guiños literarios, referencias culturales y filosóficas que se dan cita entre sus páginas. Es un libro cargado de pensamiento, pero capaz de huir de toda pedantería al hilarlo con una fina, refrescante ironía..